Las apps móviles y su aplicación en salud

El mHealth es, según definición de la OMS, “la práctica de la medicina y la salud pública soportada por dispositivos móviles como teléfonos, dispositivos de monitorización de pacientes, asistentes digitales y otros dispositivos inalámbricos”.

Todo ello, incluye aplicaciones sobre el estilo de vida y bienestar que conectan a las personas con dispositivos médicos o sensores, recordatorios de medicación e información de salud a través de mensajes y servicios de telemedicina.

Las aplicaciones móviles cambiaron el futuro de la salud y la práctica clínica para siempre.

El crecimiento vertiginoso del mHealth actualmente revela cifras asombrosas: más de 97.000 apps de salud pueden descargarse hoy en día. De ellas, el 70% están destinadas a bienestar y deporte. El restante 30% son exclusivas para pacientes y profesionales de salud. Apps que facilitan el acceso a datos de salud del paciente, monitorización, diagnóstico por imagen o control de medicación, entre otros.

En Latinoamérica, por ejemplo, el uso de aplicaciones móviles para pacientes y profesionales de salud se erige como el mercado más prometedor. Las aplicaciones para el control de pacientes crónicos serán las de mayor crecimiento en los próximos años.

Oportunidades del mHealth

El mHealth tiene potencial para jugar un papel fundamental en el presente y futuro de la salud. Sin dudas, es una herramienta clave para solventar los actuales problemas del sector. Problemas como el envejecimiento de la población, la inequidad en el acceso a la salud o la prevalencia de enfermedades crónicas comprometen la sostenibilidad de nuestros sistemas de salud.

Las apps de salud abren la puerta a nuevas oportunidades para enfrentar estos desafíos:

  • Apuesta por la prevención. El mHealth ayuda a detectar en una etapa temprana la condición crónica de los pacientes a través de apps para el diagnóstico remoto, compartiendo los datos de diferentes wearables con los médicos. Las herramientas para el autocuidado promueven la prevención con comportamientos saludables, motivando y comprometiendo a los pacientes con su salud.
  • Ayuda a la sostenibilidad de los sistemas de salud. La monitorización de pacientes o la comunicación en tiempo real médico-paciente contribuyen a hacer más eficiente el sistema de salud. Las apps permiten reducir consultas y hospitalizaciones innecesarias y ejercer mayor control sobre pacientes con enfermedades crónicas, entre otros. Con el mHealth pueden reducirse en un 15% los costes gracias a la monitorización remota de pacientes.
  • Telemedicina. El mHealth en los países en vías de desarrollo supone una oportunidad de reducir la inequidad de acceso a la salud.

Así, las apps ofrecen la posibilidad de llevar la salud a zonas remotas, con difícil acceso o falta de especialistas.

Apps para médicos vs. apps para pacientes

El paciente es, sin lugar a dudas, el agente más beneficiado derivado del crecimiento del mHealth. La utilización de apps móviles empodera y convierte al paciente en un sujeto más activo al permitirle un manejo más independiente del cuidado de su salud. Este impulso de autocuidado –fomentado por estas apps– es especialmente útil aplicado a pacientes con enfermedades crónicas, pues facilita la adherencia al tratamiento y su seguimiento de forma remota. Al registrar sus datos en estas apps, puede controlarse a sí mismo y ser controlado por su médico, detectando cualquier anomalía que pueda influir en su condición.

Al mismo tiempo, algunas apps facilitan la comunicación del paciente con los profesionales de salud, permitiendo hacer consultas sobre su tratamiento, diagnóstico, medicación, etc. sin necesidad de acudir al hospital.

Entre los beneficios que destacan del uso de apps de salud por parte de los médicos encontramos los siguientes:

  • Diagnósticos y tratamientos más precisos al contar mucha información del paciente en cualquier momento y lugar. Información médica, psicológica, de actividad diaria o entorno, recopilada de dispositivos apps móviles o registrada en su Historia Clínica Electrónica.
  • Mayor eficiencia y productividad. El uso de aplicaciones móviles por parte de los profesionales de salud optimiza su labor puesto que permite el acceso de forma más rápida y eficiente a la información del paciente y mejora la coordinación entre profesionales de salud.
  • Aumento de la seguridad del paciente. Las aplicaciones móviles para profesionales de salud permiten la monitorización y seguimiento continuo del estado del paciente.

A través de estas herramientas, como Eprom, médicos y personal de enfermería tienen la posibilidad de revisar las constantes vitales, pruebas de laboratorio o notas de evolución del paciente, permitiendo tomar decisiones sin necesidad de estar en el hospital, así como también es posible reconducir procesos.

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